ARQUITECTURA
Conversamos con:
Gerardo Giménez
Aprendemos de los cambios y revisamos cómo los nuevos hábitos en los distintos usos afectan a los espacios que necesitamos diseñar ahora.
Si nos remontamos al primer tratado sobre arquitectura (Marco Vitruvio, Siglo I a.C.), los tres principios de la Arquitectura definidos eran: • Belleza (Venustas) • Firmeza (Firmitas) • Utilidad (Utilitas) Hoy en día concebimos la Arquitectura como el arte y la técnica de proyectar, diseñar y construir modificando el hábitat humano, estudiando la estética, el buen uso y la función de los espacios arquitectónicos o urbanos. Para ello, y bajo este concepto contemporáneo, debemos complementar las bases de nuestra disciplina con: • Tecnología (Digital technology) • Sostenibilidad (Sustainability) • Salud y bienestar (Health & Wellbeing)
Evidentemente, nuestro hábitat y costumbres se han visto afectados de manera transgresora este último año, rompiendo muchos moldes establecidos hasta ahora como lo correcto. La arquitectura debe dar respuesta de manera segura a los nuevos requisitos y hacerlo de forma flexible para poder adaptarse a las necesidades actuales y futuras: Viviendas en las que consideraremos un nuevo espacio destinado al trabajo, la importancia de los espacios exteriores o las necesidades derivadas de nuevos hábitos digitales o virtuales. Retail, centros comerciales y hoteles, donde sin duda debemos generar nuevos formatos que fomenten al máximo la experiencia del usuario. Oficinas que deben diseñarse bajo nuevos conceptos y estrategias, con las personas en el centro para facilitar no solo la conciliación familiar sino el bienestar físico y mental de los empleados, y siempre incluyendo el uso de tecnología adecuada para cada tarea.
Hasta el mes de marzo de 2020, cuando las compañías preparadas para hacerlo pasaron de manera inmediata de un día a otro a teletrabajar, se estimaba que aproximadamente un 3% de los empleados estaban en situación de teletrabajo. A finales de 2020 se anticipaba que de forma potencial ese porcentaje podría llegar a ser de un 32% en España. En los meses de junio/julio muchos cuestionaron la necesidad o no de las oficinas. Se contemplaba el teletrabajo como una magnifica fórmula que funcionaba, que permitía ciertas prestaciones a las personas y abaratar costes. Nuestro punto de vista siempre ha sido el mismo: las oficinas no desaparecerán pero sí deben reorientarse a un concepto que denominamos entorno de trabajo, donde la movilidad, la tecnología y las personas con claves para el diseño de los entornos físicos, basados en las necesidades específicas de la actividad a desarrollar, con una clara orientación a entornos de trabajo colaborativos. No son pocas las compañías que a mediados de 2020 creían tener una visión clara y que a inicio del 2021 se cuestionan de nuevo sobre la mejor opción. Para ayudarlas, hemos definido nuevos drivers que se centran en la combinación y análisis de factores que permitirán definir la mejor estrategia para los espacios de trabajo como herramienta útil para el futuro de las compañías, que refuerce la retención y atracción del talento de manera adecuada y con eficacia en el grado de flexibilidad.
DESLOCALIZACIÓN: flexibilidad, teletrabajo, movilidad. INNOVACIÓN: espacios y herramientas que potencien la creatividad y la innovación PROPÓSITO: orientación de la compañía a sus objetivos definidos y alcanzables, reflejado en el entorno físico operativo y en las políticas aplicadas hacia sus personas. CULTURA: vínculos de pertenencia y comunidad que permitan la alineación con la compañía. EMOCIONES: diseño del espacio físico y políticas que faciliten la interacción y la colaboración. SALUD Y BIENESTAR: cuidado, seguridad y protección en los espacios físicos y en las políticas corporativas.